Las macromoléculas están incluso en los alimentos que comes. Por ejemplo, a la derecha puedes ver una macromolécula llamada Amilosa, que se encuentra en el pan. Haz click en los siguientes links en verde para ver distintos aspectos de esta macromolécula.
Aunque su estructura parece muy complicada, está formada por la unión de muchas moléculas iguales, llamadas glucosa. Estas moléculas de glucosa se unen unas a otras para dar lugar a la Amilosa. Une una molécula más de glucosa clickeando aquí.
La Amilosa es una macromolécula con forma de barril, y puede ser contener hasta 2500 moléculas de glucosa unidas entre sí. Cuando comes pan, la Amilosa se descompone, liberando moléculas de glucosa que tu cuerpo utiliza para obtener energía.
La celulosa es la biomolécula orgánica más abundante ya que forma la mayor parte de la biomasa terrestre
la madera un 50 %, mientras que el ejemplo más puro de celulosa es el algodón, con un porcentaje mayor al 90 %.
En el aparato digestivo de los rumiantes (pre-estómagos), de otros herbívoros y de termitas, existen microorganismos, muchos metanógenos, que sí poseen la celulasa y logran romper el enlace β-1,4-glucosídico y cuando este polisacárido es hidrolizado quedan disponibles las moléculas de glucosas como fuente de energía.
La celulosa es la sustancia que más frecuentemente se encuentra en la pared de las células vegetales, y fue descubierta en 1838.
La celulosa constituye la materia prima del papel y de los tejidos de fibras naturales. También se utiliza en la fabricación de explosivos (el más conocido es la nitrocelulosa o "pólvora para armas"), celuloide, seda artificial, barnices y se utiliza como aislamiento térmico y acústico, como producto derivado del papel reciclado triturado.